Carter A. Zabini

Rasgos Físicos: Carter es una chica en apariencia normal. Sus ojos son grandes y expresivos, de color café, con unas pestañas larguísimas. Siempre se mantienen con ese tono cristalino que da la infancia, a pesar de que ella crezca. Su nariz es pequeña y redondita, la cual hace que su rostro se vea bastante aniñado. Sus labios son gruesos y bien definidos. Sus dientes se mantienen blanquísimos todo el tiempo, pues se molesta bastante en arreglarlos y cepillarlos después de cada comida, aunque solamente se haya comido una simple manzana. Sus pómulos son redondos y pronunciados, y en sus mejillas cada vez que sonríe se forman unos hoyuelos bastante divertidos. Su complexión es bastante delgada, y a simple vista puede parecer una chica bastante débil, la cual puede llegar a volar si se la sopla demasiado fuerte, pero por lo general nadie ha llegado a decir que sus golpes no duelen. Sus pechos son pequeños, pero ella está contenta con ellos, puesto que piensa que si un chico está con una chica por lo grandes que son sus tetas, no merece la pena para nada. Tiene un trasero respingón, que no deja nada que envidiar al de una modelo. Su pelo es castaño oscuro, casi negro, y casi siempre suele llevarlo con leves ondulaciones, pero eso no quita que le encante alisarlo.

Vestimenta: Suele vestir siempre con colores alegres, combinándolos bien, claro está. No es que se fije demasiado en combinar la ropa, pero si que sabe que por ejemplo un rosa no pega para nada con un rojo. Suele usar converse o algo que se le parezca, puesto que para ella son las zapatillas más cómodas que existen en el planeta tierra.

Mentalidad: ¿Alguien ha tratado alguna vez de calificar a Cartz con una sola palabra? ¡Para nada! Simplemente no se puede. A cualquiera que le preguntes, dirá: Simpática. Pero no puede quedarse simplemente en el simpática, puesto que siempre hay excepciones, y esta chica tiene demasiadas excepciones, porque no, no es bipolar, es tripolar o polipolar.


La chica del "ya voy". Siempre que dice eso, no la esperes, porque no irá. Le encanta estar tumbada a la bartola en un sofá, viendo la tele y comiendo palomitas o cualquier otra cosa que pille. Se la puede calificar como una chica bastante floja, a la cual le gusta mucho eso de tirarse las horas muertas sin hacer nada de nada. Si la pillas en uno de esos momentos, ten por seguro que jamás lo dejará por ir a echarte una mano, a no ser que sea algo grave que necesite si o si de su ayuda. Si por el contrario otra persona puede ayudarte con ello, búscala.


Extrovertida, sociable y fiestera. Esas son apenas tres de las muchas palabras que describen la personalidad de la morena; se caracteriza por ser una chica que sabe vivir la vida y sin límites, en otras palabras vive como si el mañana no existiera. Acostumbrada a estar rodeada de gente, ya que le gusta conocer gente, llevarse bien con ellos para después hacer nuevos amigos que agregar a su lista.


Eso es, ningún chico le pasa por encima, ni de broma. Cuando está con alguien lo da todo, y se puede decir que es demasiado enamoradiza, pero cuando la hacen daño, hace de tripas corazón y se traga la tristeza. Piensa que ningún chico se merece las lágrimas de una chica, y mucho menos si es él quien ha echo que esa relación no fluyese por X razón. No ha tenido demasiadas relaciones serias, pero de las pocas que ha tenido se ha llevado demasiadas desilusiones, las cuales la han echo más fuerte. Cuando lo deja con un chico, intenta disfrutar al máximo de las demás cosas bonitas de la vida.


Es totalmente fiel a sus amigos verdaderos, aunque no tenga demasiados. Si alguno de sus mejores amigos necesita de su hombro para calmar su llanto, ella se lo ofrece gustosa. En ocasiones ama que la mimen. Cuando está con alguien que de verdad le importa se transforma totalmente. Puede ser una chica divertida, chistosa, bromista, ocurrente, complaciente, leal, consejera... todas las cosas buenas que se pueden buscar en una buena amiga.


Si, siempre anda liandola, metida en algún que otro problema gordo. Ha visitado más veces la sala de castigos que cualquier alumno de su curso, y ya la conocen como el terror de 5º. Le encanta inventar cosas nuevas para no aburrirse, y como no, estas cosas siempre se saltan las reglas a la ligera. No es una chica que ame las reglas, y siempre que puede las rompe. Si un día no lo hace, no duerme tranquila. Es inquieta, hiperactiva, siempre tiene que estar haciendo algo o se siente inservible.


Crédula, inocente. Confía mucho en las personas. Sus hermanos se pasan la vida gastándole bromas de ese tipo, y ella siempre suele caer. Ser casi la más pequeña de 6 hermanos es una completa basura, según su criterio. Es como una niña. Cuando se entera de que en realidad no es cierto, se pilla unos buenos berrinches. A pesar de todo ama a sus hermanos, y ellos la aman a ella, puesto que es la niña de la casa, al no tener otra.


Cerrada. Si, llora en ocasiones, y por las tonterías más tontas que puedan existir, pero no le gusta contar a nadie sus sentimientos. No le gusta que nadie sepa las razones de su tristeza, puesto que la hacen ver débil ante los demás, no, eso es algo que ella no tolera, ni nunca ha tolerado.


Bromista. Le encanta gastar bromas. Algunas son bastante pesadas, otras no tanto, pero en realidad todo el mundo le ríe las gracias. Además, cuando le da el ataque de risa, todos saben que ha liado alguna nueva. No puede parar, la risa floja siempre está ahí, y además, cuando intenta hablar, la risa sigue saliendo de su boca, sin poder evitarlo. Se puede decir que a pesar de ser Hufflepuff, sigue teniendo el mismo humor que un buen Zabini Slytherin.

Virtudes:
-Amable
-Compasiva
-Llena de coraje
-Empatica
-Generosa
-Inocente

Defectos:
-Extremista
-Exagerada
-Posesiva
-Perfeccionista

Gustos:
-Cantar, es algo que hace desde niña, impulsada por su madre.
-Tocar la guitarra eléctrica. Su hermano más mayor la enseñó, y desde ese momento no parado de aprender más y más cada día.
-Comer chicle, ama mascarlo, hacer pompas con él. Siempre la verás con uno en la boca.
-Le gusta escribir canciones, pero no las muestra al mundo.
-Estar con sus amigas, gastar bromas y ser feliz.

Disgustos:
-Que le den órdenes
-Que se quieran meter en su vida privada
-Que critiquen sus gustos
-Que la mientan

Varita: Núcleo de pelo de acromántula impregnado de veneno de doxy. Madera de Zelkova Caucásica. 31 cm de largo, rígida. De color dorado, con algunas flores en relieve en un color más plateado, pone su nombre completo en su empuñadura. "Carter Alexia Zabini Wilder"

Habilidades: Toca la guitarra eléctrica como la mejor, pero es tan modesta que asegura que su hermano lo hace mejor, aunque no es totalmente cierto.

Descendencia:
Alexia Zabini {Abuela paterna}
Anteia Wilder {Abuela materna}
Frederick Zabini {Padre}
Nadine Wilder de Zabini {Madre}
Charlie Zabini {Hermano mayor}
Cloud Zabini {Hermano mayor}
Blaise Zabini {Hermano mayor}
Derrick Zabini {Hermano mayor}
Kyle Zabini {Hermano pequeño}
Nathan E. Wilder {Primo}
Ethan A. Wilder {Primo}

Mascotas: Thor, su lechuza

Carter Alexia Zabini Wilder, si, ese es mi nombre, pero quizá deberíamos empezar por el principio de los principios. Hace ya 134 años ahora... bueno, quizá no tan atrás... con que retrocedamos 15 años, basta.

Pues eso, hace exactamente hoy 15 años, 2 meses y 4 días nací yo. Era una niña monísima, regordeta y con una perfecta y espesa mata de pelo negro azabache. Ojos grandes y expresivos, de color café y unas mejillas redondas y rosadas. Mis padres estaban contentos con mi presencia, y como para no estarlo con 4 hijos varones. Por que si, mi familia es inmensa, para qué negarlo. Charlie es mi hermano más mayor, tiene tan solo 18 años de edad. No se puede decir que sea un buen estudiante, ni mucho menos, puesto que está cursando su 7º año en Hogwarts y es repetidor. Siempre está sobre protegiendome como el que más, y es el que me ha enseñado todo lo que sé acerca de la música. Se puede decir que me adora y yo, como no, le adoro a él. Por debajo están mis trillis. Los cafres de la familia, los tres mellizos. Son... el terror de Hogwarts, siempre están ideando cosas nuevas, y de ellos me viene a mi el gusto por las bromas. Vamos, mis hermanos mayores son los que me inculcan sus pasiones, y encima a mi me gusta, no voy a negarlo. Un año después de nacer yo, mi madre dio a luz a Kyle, y a partir de ahí, decidió no tener más hijos, puesto que todos le estaban saliendo varones. Bueno, Kyle es... una copia exacta de Derrick. Derrick es un chico que siempre se ha llevado a las chicas de calle con tan solo unas palabras, y Kyle quiere aprender de él. Si, bueno, es gracioso verle inventar poesías para "conquistar" a las chicas, aunque en realidad no lo hace tan mal. Pasemos a mis padres. Mi madre es muggle, una mujer preciosa, dulce, cariñosa... trabaja en una floristería de Liverpool, y le va bastante bien. Lo cierto es que es la única muggle de su familia, Wilder, pero a ella le da realmente igual. Siempre se ha criado con magia, por lo que no es algo nuevo para ella. Mi padre es mago, un mago muy poderoso por lo que todo el mundo dice, puesto que pertenece a una de las familias más antiguas del mundo mágico. Trabaja en el Ministerio de Magia, en el departamento contra el uso indebido de la magia. Los quiero, si.

Bueno, ahora que he presentado a mi familia más cercana, seguiré con lo que importa, yo. Pues crecí feliz eso si, rodeada de chicos, eso también, por lo que no soy para nada afeminada. Si, mi madre lo intentó, para que voy a engañaros, pero a mi eso de llevar tacones, bolso y todas esas cosas... como que no. Bueno... siempre he sido muy revoltosa, por lo que tengo cicatrices de guerra por todos lados. La más notoria se encuentra en mi barbilla, producto de una buena caída hace algunos años.

A la tierna edad de 11 años, entré en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, y nada más ponerme el sombrero, ya hice el ridículo, y todo por creer todo lo que Derrick me dice. Pues, mientras el sombrero parlaba sin descanso, pensando en qué casa ponerme, se me ocurrió la genial idea de preguntarle: "¿Es verdad que eres una persona convertida en sombrero?". Claro, el sombrero comenzó a reírse y me explicó la verdad. A pesar de todo, sigo siendo tan inocente y crédula, que cuando me dice algo, siempre me lo sigo creyendo. Pero bueno, el sombrero acabó poniendome en Hufflepuff, y yo, contenta de ello, caminé hacia mi mesa. Hice muy buenos amigos y bueno, ahora estoy aquí, dando guerra.