¡Iniciando la Guerra! {Alec}

Había tomado nuevamente un libro "prestado" de el aula de pociones, mi andar por las mazmorras era muy común para los Profesores y muy fastidiable para los alumnos de Slytherin pues allí se encontraba su sala común pero ¿y a mí qué?, no me interesaba para nada lo que les molesta y los que no, ellos tenían que aprender a convivir con nosotros ¡las personas normales! y si no lograban hacerlo pues ¡Que vayan a un psicólogo!; Bajé rápidamente las escaleras que se encontraban junto a la mini biblioteca del aula y me dispuse a leer un poco en busca de una buena poción que alegrará mi día, mis pies se dejaron descansar sobre un banco mientras mi cuerpo se relajaba en otro, estaba sentada con los pies en alto leyendo la importancia sobre la pociones, busqué detenidamente entré tantas una que me llamará la atención pero por el momento no encontraba algo verdaderamente bueno. Sabía que si un Profesor entraba al aula sería rotundamente regañada y hasta me descontarían puntos por eso, pero no tenía miedo, más que un castigo, ¿qué más me puede pasar?, estaba acostumbrada a ellos y sinceramente no me interesaban en lo más mínimo.

Pero como toda persona que intenta tener un momento de relajación es sumamente interrumpida por algo o alguien,así fue, no sé exactamente quien o que se encontraba del otro lado de la puerta solo sé que estaba demasiado molesto como para darle más razones para seguir gritando, rápidamente me escondí detrás de la pizarra y esperé hasta que se fuera, la persona amago con abrir la puerta pero se marcho con un "ahora regreso" eso no era bueno, ¿con quien hablaba y porqué no había entrado?, sin más remedios y con el libro bajo mi hombro decidí salirme de allí, comencé a caminar por los pasillos de la mazmorra en busca de una salida y finalmente, ¡No la encontré!, me había perdido, como muchas otras veces me había pasado ya y como era costumbre de mi persona, no decidí hacerme problema por ello ya alguien pasaría a por mi rescaté, por lo cual me recargué en una pared y lentamente me deslice hasta caer sentada en el suelo, crucé mis piernas y abrí el libro de pociones nuevamente en busca de una buena poción, ahora con la hermosa suerte de encontrarla.

Fluido Explosivo
Exploding Fluid {Ingredientes: El cuerno, la cola, o el fluido de un Erumpent}
Si os estais preguntando por que esta pocion se fabrica solo con partes de un criatura magica,pues bien he aqui la respuesta el Erumpent para los que no los sepais es un animal parecido a un rinoceron cuyo cuerno contiene un fluido o veneno que hace explotar en se segundos a caquier cosa a la se le aplique o inyecte.

Leí con atención, mientras analizaba en mi cabeza como conseguiría los ingredientes, algunos ya los tenía en la mira pero otros se me haría muy difícil y si bien solo eran dos o tres la tarea se había vuelto más un reto para mi persona y lograría hacerla cueste lo que cueste, aparte de que no parece ser tan complicada, seguí leyendo con atención mientras escuchaba como alguien se aproximaba a mí pero nuevamente decidí no dar importancia a eso.

¿Cómo se podía llegar a aborrecer tanto una asignatura?¿O a un Profesor?,porque si era sincero no sabía cuál de los dos era peor.

Ahí estaba yo,limpiando los miles y miles frasquitos de cristal, vacíos o llenos de pociones de diversos colores,habidos y por haber,que desde luego me era completamente imposible saber cuál era cada una y para que servían todas esas pociones.Obviamente,no estaba limpiando por gusto,no,y menos de aquella manera tan increíblemente sucia,rastrera como era limpiar sin ayuda de varitas mágicas.¡Estúpido!
¿Desde cuándo castigaban a Alexander Erick Vasíliev Almasy,más conocido como Alec en todo el castillo?NUNCA me habían castigado,no porque guardara una actitud ejemplar,no era un mal estudiante,en absoluto,aprobaba sin afanarme demasiado,tenía una maravillosa memoria por el que aprenderme los temarios el día anterior,no se me hacía demasiado cumplicado,el año que viene,al ser el último, sería distinto,me tendría que poner a estudiar desde el primer momento,si quería demostrar que verdaderamente querría ser algo en la vida,mis padres solían decirme que no pensarían darme trabajo por mi cara bonita,aunque para qué negarlo,cualquiera estaría encantado de tenerme para que el sector femenino visitara sus oficinas.

Aquella idea me hizo sonreír interiormente,tanto que descuidé mi trabajo,y observé como el pequeño frasquito de cristal acababa en el suelo,no sin antes,haberme clavado las pequeñas partículas que lo formaban.Solté varios gritos,no sé sabe si por el dolor o por el simple hecho de que el profesor se había vuelto completamente loco de ira,al descubrir que llevaba cerca de una semana,que no entregaba las tareas en su asignatura,y que el hecho de que no estuviera conmigo y se hubiera ido a tomar tranquilamente su Aguardiente de Dragón diario,dejandome completamente solo allí,lo que me permitía despotricar contra él sin ningún reparo.

Suspiré profundamente,mientras salía de aquel aula,todavía sangrando,y dejando el cristal roto en el suelo,que se hubiera preocupado el docente de no quitarme la varita,dije saliendo de allí,mientras caminaba envolviendo la mano en un sencillo pañuelo blanco de mi madre,que comenzaba a teñirse rápidamente de un rojo intenso.

Entonces me percaté de la figura sentada en el suelo,enfrascada en un libro,como no,de Pociones,su gran pasión,aunque estaba leyendo el libro con la cabeza gacha,la pude reconocer al momento.Valerie Vólkova.Me acerqué a ella,estaba tan concentrada,que ni siquiera se molestó en mirarme.
-Tú,otra vez aquí...-ruedo los ojos haciendo una mueca de dolor al cerrar su libro con fuerza con la mano diestra herida.

La poción poco a poco se volvía interesante para mi, cuando los pasos se esa persona se acercando a tal modo de terminar cerrando mi libro con fuerza, alcé la mirada sabía perfectamente de quien se trataba y sinceramente no entendía porqué aun se las buscaba para arruinar mi vida, lo miré y sonreí de lado de forma irónica demostrando allí que su comentario era uno más entré tanto murmullo para mí, volví a abrir el libro cuando me percaté de que estaba herido, podría sentir una especie de odio hacía Alec pero tengo corazón y no dejaría que una herida lo hiciera sufrir por más cursi que sonará.

- ¿Qué te paso? - pregunté haciendo oídos sordos a su primer comentario, saqué mi varita y apunte hacía uno de mis costados, aun no lograba aprender el hechizo para curar heridas de una sola vez, si de los huesos rotos pero esté tipo de heridas sabía curarla con pociones - Ferula - susurré y en uno de mis costados apareció una especie de botiquín donde yacía de todo para curarlo, sabía que su arrogancia me lo impediría pero trataría con eso no perdía nada - ¿Me permites? - pregunté observando nuevamente sus ojos, ¡Si!, nuestra relación era algo sumamente extraño de comprender, desde la primera vez que lo conocí que nos llevábamos muy mal yo lo aborrecía como se aborrece a todo Slytherin y él a mí me odiaba de eso no cabía duda alguna, es que la Guerra entré las Serpientes y los Leones era una leyenda interminable entré los alumnos que durante siglos nos perseguía y que nadie hacía ni se atrevía a cambiarlo, pero ¿que más se podía hacer?, si yo pudiera cambiar eso, no lo haría, no por ser una mala persona es que jamás lograremos comprendernos ellos son demasiado egocéntricos para tener que andar soportándolos.... Y bueno se preguntarán también ¿porqué lo trato así?, ya dije no soy descorazonada y bien sabrán que del amor al odio solo hay que dar un paso al frente, yo todavía seguía parada en medio de los dos en cuanto a la relación que tenía con Alec.

Me percaté cuando posó la mirada en mis ojos claros,de que sonreía de aquella manera irónica,haciendo que la alegría que pudiera portar esa sonrisa no llegara a sus ojos,era de esas sonrisas que yo a menudo pintaba en mi rostro,aquellas que solían suceder a un comentario sarcástico o hiriente, y también aquellas cuando quería decir "me da exactamente igual lo que pienses o digas,porque nena,hablas más de lo que yo podría soportar".
Sí,digamos que yo era el indicado para utilizar ese gesto,pero que los demás lo utilizaran contra mí,no lo podía soportar,me hacía creerme ignorado,y nadie en su sano juicio me ignoraría,no,porque más tarde,podía arrepentirse,y no,no me consideraba una persona agresiva en lo más mínimo,pero aquello era algo que no podía tragar sencillamente,prefiría miles de palabras malsonantes o hirientes,antes que la indiferencia más absoluta,aunque claro,si a alguna persona se le ocurría insultarme acabaría colgado del techo o golpeado en menos que se dice: Tss .Aquí,la última palabra la tenía siempre yo.

Iba a reprocharle su sonrisa irónica con algún comentario,pero el hecho de que se fijara en mi mano y le preocupara,bastó para que dejara mi bordería a un lado y dejara que le echará un vistazo.

Nuestra relación no era la más idílica,por así decirlo,manteníamos nuestra amistad en secreto,si nos veían juntos,mi reputación,al menos caería en picado,teníamos cosas en común pero teníamos también diferencias irreconciliables,pese a eso,no podía dudar que me atraía,aunque yo no la tratara diferente a los ojos de los demás,tenía algo,un no sé qué,que intentaba descubrir a toda costa.

-Nada...se rompió una probeta de Pociones y se ha clavado el cristal,no es nada-dije intentando no mostrar ningún síntoma de dolor delante suya,mientras observaba entre curioso y temeroso como tras mencionar un hechizo,aparecía un botiquín con todo lo necesario para curarme.

-Eh...¿qué te crees,especial o algo?Sé curarme yo solito-dije apartando la mano rápidamente,pero,aquello no duro mucho porque de forma inexplicable,sus ojos me transmitieron confianza.
-Está bien,Vólkova,pero no se lo digas a nadie ¿eh?,lo último que quiero es rumores sobre que has curado al chico más atractivo de Hogwarts-dije sonriendo de medio lado y adoptando una mueca de dolor al dejar expuesto a la luz mi mano cubierta de sangre.

Noté que su rostro se tensó tras mi sonrisa, lo conocía muy bien y sabía perfectamente que eso le molestaba no por la sonrisa irónica si no porqué no era una de las personas que se ignoraban en el castillo, al contrarió su reputación y popularidad en Hogwarts eran tan perfectas que caminaban de la mano por todos lados haciéndolo crecer frente a los ojos de los demás cosa que no soportaba en él lo cual lograba que siempre lo molestará con eso, después de abrir mi libro me percaté de su herida y dejando el libro a un lado hice aparecer un botiquin con todo lo necesario para curarle la herida pero ¿su orgullo me lo permitiría?.

Alec y yo eramos algo muy complicado de entender, siempre pensé que sentir algo hacía un joven arrogante y inevitablemente atractivo ante todos, sería algo que no me pasaría, pero, me había equivocado, por más de que me lo negará una y otra vez, los sentimientos me había jugando en contra lograron sentir esa atracción tan extraña hacía él, queriendo descubrir si muy dentro de él donde nadie más podía observar se encontraba ese joven con él cual siempre una muchacha a soñado, estúpidamente cursi, pero así era lo que sentía por él y aun así seguía ignorando mis sentimientos más que nada cuando me encontraba cerca de él.

Me explicó lo que le había sucedido para luego indicarme que no lo tocará, alcé una ceja por eso, en verdad que esté joven era masoquista, lo miré fijamente unos segundos indicando con mis ojos que todo estaría bien, que no lo dañaría más de lo que estaba, no era esa clase de personas, ¡Vamos, soy una leona!, no nos gusta ver sufrir a nadie por más que sea nuestro peor enemigo, seremos idiotas por eso lo sé pero así eramos y estaba orgullosa de ser así - No te lastimaré - murmuré sin apartar mis ojos de los suyos, pero después de que me dijera que lo podía hacer una amplia sonrisa se dibujo en mis labios, tomé el botiquin y de allí saque unas gasas y un poco de alcohol, esperé a que se destapará la mano para luego notar su expresión de dolor en sus rostro - Hagamos un trato - murmuré mientras lentamente comenzaba a limpiar la herida con sumo cuidado de no hacerle doler mucho, tras otra mueca de dolor me vi forzada a soplar suavemente para que el alcohol se secará y no lo hiciera sufrir - Yo no diré nada de esto para que tu tan humilde reputación se encuentre siempre a flote - comenté con ironía y de forma burlona pero divertida - Pero tu no dirás nada de que me volviste a ver aquí, sabes que los Profesores me tienen prohibida la entrada a las mazmorras por no sé que, así que no lo dirás - alcé mi mirada y lo miré fijamente ahora cubriendo la herida con la gasa manteniendo la misma delicadeza y cuidado que antes - ¿Qué dices? - finalicé dejando su mano ya curada.

Observé como me observaba alzando una ceja,cuando a las primeras de cambio,me negué a que curara mi mano,luego sin apenas pestañear, me miró fijamente a los ojos y pareció decirme que nada me pasaría,me mantuve en silencio,por primera vez lo prefería antes que comentar nada que podía estropear ese momento.¿Qué?¿Cómo?¿Desde cuándo pensaba de esa forma?Yo siempre comentaba algo hasta el límite,jamás guardaba silencio a no ser que la situación o la persona con la que me encontraba, me obligaba a pensar o actuar de manera diferente.

¿Era ella de esas personas?No digas tonterías,Alec,me dije entonces tú la odias,a veces la matarías,igual que ella a ti,de eso estaba seguro,había cosas de mi personalidad que ella bajo ningún concepto podía soportar,cosas como mi algo egocentrismo o mi arrogancia,igual que había cosas de su personalidad que yo tampoco podía aguantar,para saberlo no había que ser excesivamente inteligente.
Pero... otras veces era sencillamente adorable,me encogí de hombros al pensarlo,yo no creía en el amor ni en tonterías como esa de "estar enamorado",de hecho pensaba que jamás lo estaría,esa clase de fidelidad y responsabilidad,por el momento no estaba diseñada para mí,y dudaba seriamente que algún día estuviera preparado para eso.

Las mujeres,estaban para disfrutar,las camelaba un día,las conquistaba,y después si tenían suerte, una noche,podía llegar a hacerlas tocar el cielo,pero nada más,luego si te he visto no me acuerdo.
Tal vez fuera un cabrón,sí,pero ¿qué culpa tenía yo de no creer en ese sentimiento?Ninguna y evidentemente no me iba a quedar de brazos cruzados,a ver pasar la vida mientras espero que algún día mis expectativas cambien.No.
Por eso,tal vez,nunca entendería mi relación con la joven Gryffindor,una amistad a escondidas,una atracción evidente y un amor-odio,tal vez ocasionado porque era una de las pocas personas que todavía no había tenido bajo las sábanas y eso me llenaba de curiosidad.

Observé cómo una amplia sonrisa cruzaba su rostro al darla esta vez mi consetimiento de que si podía curarme,la escuché hablar en un rincón de mi mente,mientras apartaba la vista del bote de alcohol recién abierto y las gasas limpias listas para recibir el líquido.
Me esforcé en escuchar lo que decía.¿Había oído bien?¿Un trato?Yo no solía hacerlos...¿sabía Valerie dónde se estaba metiendo?Vaya,aquello se volvía interesante...

Realicé un sencillo aspaviento inconscientemente mientras limpiaba cuidadosamente la herida,aparté la vista mientras notaba como la gasa blanca se empapaba rápidamente en un rojo sangre llameante,pero evité hacer ningún comentario,mientras rezaba mentalmente para que la chica no se percatara de cómo me dolía en ese momento.

-¿Un trato?-murmuré confuso mientras sonreía interiormente al ver cómo soplaba en la herida,esos eran los pequeños gestos que me confundían a veces.

-Mmmm interesante,la señorita Vólkova quiere hacer un trato con un egócentrico Slytherin,creo que voy a proclamarlo...-dije con la misma ironía que ella había utilizado en un principio.Suspiré,mientras observaba como acababa de desinfectar la herida,y colocaba finalmente otra nueva gasa que cubría la herida por completo.
-Está bien,Está bien...un trato es un trato ¿no?-alcé una ceja,observandola de nuevo,mientras murmuraba un simple y llano gracias.

Mientras me dedicaba a limpiar y curar su herida, millones de preguntar atormentaban mis pensamientos, algunas me preguntaban a gritos, ¿Qué rayos hacía? y otras intentaban afirmar que no todo el sentimiento que tenía hacía Alec era absoluto odio, pero prefería no escucharlas a ninguna de las dos, porqué ninguna me ayudaba en esos momentos y solo lograría volverme loca, ¡Sí más de lo que estoy!; Él ni siquiera se retorcía un milímetro por el dolor que el alcohol provocaba en la herida abierta, eso me causo curiosidad, ¿tan frío podía ser?, era sumamente imposible que no se quejará ni una sola vez, tal vez si me maldecía, me ponía contenta ya que sabía que no era de piedra.

Le había propuesto un trato, era claro que acaba de pisar un terreno algo peligroso, sabía que si lograba hacerlo aceptar, él aún pediría más llevándome al límite de la humillación, entonces ¿qué haría?, lo único que tenía bajo mis mangas era decir que yo misma fui quien curo su herida pero...¿me creerían?, ¡No, claro que no!, necesitaba pruebas, pero .. ¡Va!, que piensen, digan y hagan lo que deseen, sinceramente no me interesa, muy bien sabía Alec que hacía me humillará de la peor de las maneras frente a toda la Escuela, no sé me movería un cabello, porqué si bien en la relación él era el frío, yo era tan seca como una hoja en otoño y no me mosquearía, al contrarió haría oídos sordos de la situación, como bien siempre supe hacer y de esa formar escapar de todos los problemas.

- Si un trato, ¿te sorprende? - pregunté mientras terminaba de limpiar la herida, para luego colocar la gasa que la cubría, de esa manera impediría que se infectara por el contacto con los microbios, suspiré sumida en mis propios pensamientos, no sabía que más decir, me encontraba aferrada a un sentimiento que solo quería dejar pasar, pero sabía que costaría, no era fácil para mi olvidar y solo seguir caminando, claro que no, costaba aunque no lo demostrará por fuera, por dentro moría - ¿Cómo? - pregunté cuando indicó que proclamaría mi trato, entonces, ¿qué me quedaba a mí?, tomé aire profundamente, ya no sabía que más hacer - Entonces, ¡haz lo que quieras! - indiqué suspirando nuevamente como quien no quiere la cosa.

Entonces sus palabras dieron un brusco vuelco, cosa que provocó sorprenderme, alcé la mirada y la clavé en la suya, murmuró un gracias casi a la lejanía, como si intentará que ni siquiera los cuadros del lugar lo oyeran, asentí con la cabeza levemente indicando que no era nada, no era para nada rencorosa y como buena Gryffindor solía ser así de estúpida, dejando que todo a mi lado creciera mientras yo me hundía como tonta que era - Si lo es, pero no creo que sepas cumplirlo, o... ¿me equivocó? - pregunté mirándolo nuevamente, intentando descubrir que guardaba muy dentro de él - ¿Alec, cumplirás? - insistí saber que haría en verdad me preocupaba ya que en mi casa como una vez bien me dijo Drew, me llenarían de hechizos si se enteraban que volvían a descontarles puntos por mi culpa, ¡Pobre de mí!, pero como si el me tuviera una pisca de lastima.

Mientras se afanaba en curar mi herida,parecía perpleja o tal vez sorprendida.
No la culpaba,o ella había curado a muchas veces a personas que cuanto las rozabas con el alcohol se quejaban o es que verdaderamente mi instinto de licántropo me impedía sentir el dolor con normalidad,porque sí,dolía,pero no tanto,era probable que mi orgullo era tan grande que para que no me viera quejandome,podía soportar todo tipo de injurias .
Tal vez es que yo era una especie de Superman,aquel ídolo que tanto querían los muggles, que cruzaba el cielo volando sin ayuda de escoba,tan sólo como una gran capa roja ondeando al viento,la verdad lo ignoraba.

Tampoco me dio mucho tiempo a pensar en ello,pues su contestación a mi pregunta ocupó entonces todos mis pensamientos.
Claro que me sorprendía,no todos los días alguien me ofrecía hacer un trato,igual que ni yo todos los días pensaba en aceptarlo,creeía que todo Hogwarts conocía que hacer un trato conmigo resultaba cuanto menos peligroso,jamás podías saber qué haría para que la balanza cayera a mi favor...,eso era lo que más me sorprendía...¿Realmente aquella Gryffindor podía ser tan ingenua?No,no lo creía,tal vez querría probarme,pensé,bueno pues si realmente quería eso,lo tendría.
No creía realmente que la humillara delante de todo el colegio,no sabía porqué,y eso era tal vez lo más curioso e intrigante de todo aquello,aquella chica había despertado mi interés,no era como las demás y eso me gustaba,tal vez aceptara el trato y quién sabe si más tarde,lo utilizaría para acercarme más a ella,como cada noche hacía con alguna muchacha diferente.

-Ajá,espero que sepas que querer hacer un trato conmigo no es precisamente un juego de niños.O estás loca o no sabes dónde te estás metiendo...-repusé sonriendo levemente,burlón y a causa de un leve escalofrío por el dolor,encogiendome en el sitio.

Mi sonrisa se ensanchó involuntariamente cuando suspiró.
-¿Estás segura de que quieres un trato,Valerie?-pregunté a mi vez olvidando su comentario anterior aposta.
-¿Crees que no puedes confíar en mí?-repusé en un tono dolido un instante, mientras volvía a cubrirlo con un tono de voz neutral al decirle:
-Que poca gente lo haga,no significa que tú no puedas hacerlo,Vólkova,la confianza se gana,por mi parte puedo decir que te creía más inteligente,pero supongo que no eres una Ravenclaw,y eres tan osada como una Gryfindor...¿qué esperaba?-contesté mirandola serio mientras apartaba la mano herida de su propia mano y volvía a levantarme,dejando atrás mi posición acuclillada a su lado.