No es tan aburrido ser profesor... {Libre}

Luego de jugar un rato con las cosas que tenía en mí casa. Examinarlas y demás. Decidí dar un paseo para tomar un poco de aire… Como siempre, iba extravagantemente elegante vestido. Cosa que me encantaba. Si, llevaba un buen sobretodo blanco, desabrochado, con una camisa blanca debajo, jean y unos bototos que se me hacían que eran geniales.
Un poco de aire fresco, era exactamente lo que necesitaba… Aunque… Tanto aire fresco y unas muchachas y muchachos dañando el aire rica con sus cigarrillos, detrás un pilar… Como si creyeran que nadie los veía. Me reí algo travieso, con muchas ideas en la mente. Pero una buena que sería buena para la ocasión.
Me acerque a donde estaba aquel grupo, caminando disimuladamente por al lado de ellos. En cuando me ven ocultan todo. Pero luego de pasar por detrás de aquel poste, me volvi como caminando por detrás, moviendo mi mano y lanzando un hechizo de transformación a sus cigarrillos. –Chicos… Fíjense bien lo que están fumando, eh- Dije y luego les giñe el ojo insinuante. Transformando mi varita en un bastón, y luego caminando de una forma exagerada, silbado y girando el bastón en mi mano. Con regocijo, de al fin poder salir.
¿Lo que paso con los cigarros de los chicos?. Se escucha un grito un tanto de terror de una de las chicas y luego la veo pasar corriendo al lado mío, y luego a los demás. Poniendo su mano en la boca, como si fueran a vomitar… Me reí bajo. Sus cigarrillos se habían llenado de larvas adentro, en vez de ser tabaco… No le diría a nadie, no creo que toquen un cigarrillo después de eso, creo que habían aprendido la lección.

Camine un momento más hasta que… Me aburrí de nuevo. Y como era profesor no podía hacer bromas a nadie… Esos años de chico en la escuela… Que buenos tiempos, molestando a los prefectos y a los de 7mo y 6to. De verdad adoraba convertir sus tasas en unas tasas peludas como ratas. –Aaahh… Que buenos tiempos…- Dije en voz alta, no tanto, pero si se escucho… Y todos me vieron raro mientras volvía de mi mundo de fantasía… Enseguida puse una sonrisa rápida, y seguí caminando, mirando atrás a cada rato a ver si perdía a aquellos que me miraban. –Uff, que bueno, ya no los ve… UFF!- Antes de terminar la frase, por ir mirando para atrás me di en toda la cara con un pilar. Me tome la nariz y me la sobe, al menos ahora no me había visto nadie. Sonreí por eso y me recosté contra el pilar, para que se me pasara la tontera de aquel golpe. Tomando mi varita, que ahora estaba disfrazada de bastón, y transformándola en una bufanda. No tenía ganas de llevar un bastón. –Bueno… De verdad, la vida de un profesor no es tan aburrida…- Dije para mi, de nuevo y busque un lugar para sentarme. A ver si me calmaba mirando para… Algún lado, este lugar era aburrido… Y tenía que pensar como traería a Bety para la siguiente clase.