Noche con sueño inquieto [Libre]
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Noche con sueño inquieto [Libre]
Una noche. Tanto pasaba en una noche, las plantas subsistían con la luz que tuvieron todo el día, esperando aquel alba que las ilumine de nuevo, los animales duermen, otros cazan… Otros… Esperan a la luna llena acostados en una cama.
Faltaban apenas 3 noches para la siguiente luna llena… Gracias a dios que no era esto todos los días. No podría soportarlo y me haría un crussio yo mismo, hasta morir.
Me desperté de nuevo, otra pesadilla. Algo que era tan real, como si lo hubiera vivido, pero no lo viví… ¿Serán visiones de recuerdos de cuando estoy convertido en Hombre Lobo?... Esperaba que no lo fueran, eran… Sádicas… Aunque no dudaba que lo fueran, eran muy reales.
Pase mi mano por mi rostro, viendo como la luna estaba en una posición que me indicaba rápido la hora. 4 Am. Genial, simplemente… Genial. –Que noche… Así voy a estar bien despierto mañana en las clases.- Murmure para mí. Dormía solo en mi habitación, con mi lechuza y mi huevo, el cual estaba bien abrigado, así que no me importaba “hablar solo”.
Me puse una camisa, y arriba de esta camisa una chaqueta bien abrigada que tenía. Y sumando a la lista que me llevaba, estaba el huevo aquel que cuidaba como a mi vida. Lo tome con una sabana arriba, así estaba bien abrigado, abrazándolo bien contra mí. Y me lo lleve afuera, claro, sin olvidar mi varita.
Trate de hacer el menor ruido posible al salir de la sala común y de las mazmorras. Después de eso, todo seria pan comido. Era prefecto, conocía cada maña del castillo, cada trampa de los Leones y como eludirlas. Tome un camino rápido, evitando hacer ruido, evitando toparme con algún profesor que se le dé lo loco por salir a “patrullar” por las noches, hasta llegar a la terraza. Hacia frio afuera. Pero necesitaba salir, tomar aire, me sentía ahogado.
-Al fin, aire…- Susurre mientras me apoyaba contra una pared de la terraza, dejándome caer lentamente, hasta llegar al piso y sentarme, sosteniendo en mi panza y con mis piernas al huevo aquel… Aquel que había ocultado tan bien que al parecer nadie sabía de su existencia, solo unas pocas personas y me alegraba de eso… No quería usar algún hechizo desmemorizador.
Deje caer mi cabeza contra la pared, dejando que mis ojos divaguen en todo lo que podía alcanzar a ver con mi vista… Centrándome al final a la luna. Cerré los ojos, algo molesto, cerrando el puño en mi varita, sosteniéndola con fuerza con mi mano buena. Viendo como lentamente se iba iluminando. Hasta que en la oscuridad de mis ojos pude ver aquella luz que venía de afuera, deje ir aquellos pensamientos… Mi varita… Se alimentaba de ellos, de la maldad, de la rabia, la sed de venganza que había en mí… Me iba consumiendo, pero no me dejaría vencer por un pedazo de madera.
Suspire y deje caer mi cabeza de nuevo, mirando a la nada… Pensando en… Nada. Abrazando más contra mi aquel huevo… Que… Era una de las cosas más preciadas que tenía en este castillo.
Faltaban apenas 3 noches para la siguiente luna llena… Gracias a dios que no era esto todos los días. No podría soportarlo y me haría un crussio yo mismo, hasta morir.
Me desperté de nuevo, otra pesadilla. Algo que era tan real, como si lo hubiera vivido, pero no lo viví… ¿Serán visiones de recuerdos de cuando estoy convertido en Hombre Lobo?... Esperaba que no lo fueran, eran… Sádicas… Aunque no dudaba que lo fueran, eran muy reales.
Pase mi mano por mi rostro, viendo como la luna estaba en una posición que me indicaba rápido la hora. 4 Am. Genial, simplemente… Genial. –Que noche… Así voy a estar bien despierto mañana en las clases.- Murmure para mí. Dormía solo en mi habitación, con mi lechuza y mi huevo, el cual estaba bien abrigado, así que no me importaba “hablar solo”.
Me puse una camisa, y arriba de esta camisa una chaqueta bien abrigada que tenía. Y sumando a la lista que me llevaba, estaba el huevo aquel que cuidaba como a mi vida. Lo tome con una sabana arriba, así estaba bien abrigado, abrazándolo bien contra mí. Y me lo lleve afuera, claro, sin olvidar mi varita.
Trate de hacer el menor ruido posible al salir de la sala común y de las mazmorras. Después de eso, todo seria pan comido. Era prefecto, conocía cada maña del castillo, cada trampa de los Leones y como eludirlas. Tome un camino rápido, evitando hacer ruido, evitando toparme con algún profesor que se le dé lo loco por salir a “patrullar” por las noches, hasta llegar a la terraza. Hacia frio afuera. Pero necesitaba salir, tomar aire, me sentía ahogado.
-Al fin, aire…- Susurre mientras me apoyaba contra una pared de la terraza, dejándome caer lentamente, hasta llegar al piso y sentarme, sosteniendo en mi panza y con mis piernas al huevo aquel… Aquel que había ocultado tan bien que al parecer nadie sabía de su existencia, solo unas pocas personas y me alegraba de eso… No quería usar algún hechizo desmemorizador.
Deje caer mi cabeza contra la pared, dejando que mis ojos divaguen en todo lo que podía alcanzar a ver con mi vista… Centrándome al final a la luna. Cerré los ojos, algo molesto, cerrando el puño en mi varita, sosteniéndola con fuerza con mi mano buena. Viendo como lentamente se iba iluminando. Hasta que en la oscuridad de mis ojos pude ver aquella luz que venía de afuera, deje ir aquellos pensamientos… Mi varita… Se alimentaba de ellos, de la maldad, de la rabia, la sed de venganza que había en mí… Me iba consumiendo, pero no me dejaría vencer por un pedazo de madera.
Suspire y deje caer mi cabeza de nuevo, mirando a la nada… Pensando en… Nada. Abrazando más contra mi aquel huevo… Que… Era una de las cosas más preciadas que tenía en este castillo.
Drew Halliwell- Alumn@ Slytherin
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Fecha de inscripción : 10/07/2011
Re: Noche con sueño inquieto [Libre]
Mis dedos se deslizaron por encima de la perilla que adornaba la puerta de roble de la habitación. Me quedé observando un punto fijo, una pequeña rajadura entre la madera bien labrada, por los elfos trabajadores del Castillo. Intenté regular mi respiración. La acompasé, de a poco, asimilándola con el sonido que las agujas del reloj en la pared hacían. Lo odiaba. Odiaba esa maldición. Porque eso es lo que era, una maldición que amenazaba con la vida normal que quería llevar, lo más normal posible, considerando el destino que se me había escrito. Normal, en un colegio como aquel, en mi condición.
La pesadilla incesante que me irrumpía sin permiso solía ponerme de esa forma. Acelerando mis pulsaciones, mi respiración, provocando aquel sudor frío, inundando con una migraña consecutiva a él. Ser vidente no era un don, como el director había dicho alguna vez, ver imágenes en tiempos futuros era aquello…mi peor maldición.
Volví a retomar mis pensamientos.
Uno.
Debía seguir con mis impulsos
Dos.
Así odiara tener que ver aquello, así odiara que fuera de utilidad a veces.
Tres.
La perilla giro bajo mi palma. Tenía que salir a buscar a mi mejor amigo.
Aquella noche, se convirtió en una odisea secreta. Los pasillos lúgubres, eran débilmente iluminados por los halos de la luna que se escondía entre los nubarrones grises, que amenazaban tormentosos, otros, en cambio, estaban completamente oscuros, en aquellos debía tener que utilizar un lumus, corriendo los riesgos de que me vieran más fácilmente. Las imágenes que me habían visitado entre dormida, claramente expresaban que Drew estaba solo, y no se veía nada bien.
Me rasqué la cabeza de forma grácil con la varita, colándome por un pasadizo que conocía bastante bien. La última luna llena..No tuve que pensar demasiado. Sí había algo que tenía muy presente eran las fechas en las que él debía pasar por su transformación. Jamás se me pasaba una, pero ahora. Según el director las visiones siempre eran importantes, así que no iba a volver a mi habitación, y esperar el día siguiente para tener que hablar con él. Sabía que no me diría nada. Y yo no hablaría de haber dejado que aquella maldición con la que había nacido me manipularara. ¿Pero qué se suponía que hiciera?
No sé, cuánto tiempo pasó, tampoco me paré a resolver la duda inconsciente que había surgido, sólo tenía aquello en mente, hallarlo, y sólo se me ocurría un lugar, un lugar que casualmente era bastante similar al que se había presentado en mi mente. A él le gustaba. A mi también. Allí íbamos para escapar de todo. Cuando nos sentíamos perdidos, de alguna forma. En silencio, guardando nuestro orgullo.
Sí después de todo…algo de Gryffindor y algo de Slytherin debíamos de tener…
Empujé la puerta que daba a la terraza, de forma sigilosa, deslizando mi varita dentro del bolsillo del pijama, sonreí, ligeramente, con cierta…tranquilidad.—No te broncearás ahora, D—Susurré sentándome a su lado.
La pesadilla incesante que me irrumpía sin permiso solía ponerme de esa forma. Acelerando mis pulsaciones, mi respiración, provocando aquel sudor frío, inundando con una migraña consecutiva a él. Ser vidente no era un don, como el director había dicho alguna vez, ver imágenes en tiempos futuros era aquello…mi peor maldición.
Volví a retomar mis pensamientos.
Uno.
Debía seguir con mis impulsos
Dos.
Así odiara tener que ver aquello, así odiara que fuera de utilidad a veces.
Tres.
La perilla giro bajo mi palma. Tenía que salir a buscar a mi mejor amigo.
Aquella noche, se convirtió en una odisea secreta. Los pasillos lúgubres, eran débilmente iluminados por los halos de la luna que se escondía entre los nubarrones grises, que amenazaban tormentosos, otros, en cambio, estaban completamente oscuros, en aquellos debía tener que utilizar un lumus, corriendo los riesgos de que me vieran más fácilmente. Las imágenes que me habían visitado entre dormida, claramente expresaban que Drew estaba solo, y no se veía nada bien.
Me rasqué la cabeza de forma grácil con la varita, colándome por un pasadizo que conocía bastante bien. La última luna llena..No tuve que pensar demasiado. Sí había algo que tenía muy presente eran las fechas en las que él debía pasar por su transformación. Jamás se me pasaba una, pero ahora. Según el director las visiones siempre eran importantes, así que no iba a volver a mi habitación, y esperar el día siguiente para tener que hablar con él. Sabía que no me diría nada. Y yo no hablaría de haber dejado que aquella maldición con la que había nacido me manipularara. ¿Pero qué se suponía que hiciera?
No sé, cuánto tiempo pasó, tampoco me paré a resolver la duda inconsciente que había surgido, sólo tenía aquello en mente, hallarlo, y sólo se me ocurría un lugar, un lugar que casualmente era bastante similar al que se había presentado en mi mente. A él le gustaba. A mi también. Allí íbamos para escapar de todo. Cuando nos sentíamos perdidos, de alguna forma. En silencio, guardando nuestro orgullo.
Sí después de todo…algo de Gryffindor y algo de Slytherin debíamos de tener…
Empujé la puerta que daba a la terraza, de forma sigilosa, deslizando mi varita dentro del bolsillo del pijama, sonreí, ligeramente, con cierta…tranquilidad.—No te broncearás ahora, D—Susurré sentándome a su lado.
May Van Hart- Alumn@ Gryffindor
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Fecha de inscripción : 11/07/2011
Re: Noche con sueño inquieto [Libre]
La noche estaba fría, pero no me importaba mucho, estaba abrigado… Y estando cerca del huevo me sentía más cálido. Emanaba un calor especial, un calor que no me hacía sentir cálido por fuera… Sino por dentro… Nunca me había pasado algo así. Creo que con lo que fuera salir de adentro, tendría un vínculo muy especial… Desde que lo encontré en el bosque prohibido… Casi por ser cena de algo... Lo cuido como a mi vida, no dejo que nadie lo toque ni lo cargue. Bueno, además de Iza y May.
La luz de la luna iluminaba bien la terraza, y eso que no estaba completa. Aunque… Verla llena era muy hermoso… Dejando de lado que cuando la veía llena, era lo último que veía, antes de entrar en el transe de hombre lobo y olvidar todo lo que sigue, una sensación verdaderamente horrible.
Cerré los ojos al pensar en aquello, con fuerza, y apreté mi mano donde empuñaba mi varita. Entonces escuche que alguien se acercaba, y la prepare para cualquier persona que viniera, sea profesor o quien sea, nadie podía ver aquel objeto que llevaba. Nadie.
Entonces cuando estaba preparado para atacar a quien se asomara, pude notar que era May. Deje salir una bocanada de aire por mi nariz y sonreí aliviado, bajando la varita y dejándola en mi puño tranquilo. Entonces escuche lo que dijo, y sonreí con suavidad, viendo que se sentaba a mi lado… Asique deje caer mi cabeza sobre su hombro. De verdad necesitaba a mis amigos en estos días, antes de que todo pase aquella noche. Donde no quería ni verlos. Pues, no reconocía a nadie en las lunas llenas… Y aunque fueran mis mejores amigos de toda la vida, podrían ser mis victimas… Y si les hacia algo, no me lo perdonaría nunca en la vida. -¿Crees que me podría broncear? Me pongo rojo.- Dije de broma y luego me reí bajo.
Volví mi cabeza a una posición recta. Solo para poder verla bien, estaba con el pijama, pero… ¿Qué hacia aquí? Sé que era vidente, pero… Yo no lo era, así que no podía adivinar a que venía… Tal vez traía malas noticias. -¿Qué haces despierta tan tarde, May? No son horas para una mucha de 6to… Te tendré que bajar puntos- Dije y luego me reí bajo. De broma, claro, nunca podría bajarle los puntos o mandarla a la sala de castigos… A menos que sea muy extremo y que no se pueda pasar por alto con nada… Y menos siendo que yo también estaba afuera a estas horas, era Prefecto, pero seguía siendo alumno.
Mordí mi labio con suavidad al sentir un movimiento raro en el huevo. Me reí bajo y lo descubrí un poco, viendo como aquello que llevaba dentro se movía. ¿Sabrá que hay alguien más? Tal vez reconocía la presencia, el calor y la voz de May. –Parece que alguien aquí no se olvido de ti- Dije mientras lo destapaba un poco así May lo veía. –¿Lo cargas un momento? Me duelen un poco las piernas- Use una escusa para que sostuviera aquel huevo, pues sabía que le daría calor. Estaba muy desabrigada para mi gusto, y con el frio que hacia… Además, el huevo venia con sabanas incluidas.
Volví a sonreírle y extendí aquel objeto, para que lo tome y se lo acomode, le daría calor.
La luz de la luna iluminaba bien la terraza, y eso que no estaba completa. Aunque… Verla llena era muy hermoso… Dejando de lado que cuando la veía llena, era lo último que veía, antes de entrar en el transe de hombre lobo y olvidar todo lo que sigue, una sensación verdaderamente horrible.
Cerré los ojos al pensar en aquello, con fuerza, y apreté mi mano donde empuñaba mi varita. Entonces escuche que alguien se acercaba, y la prepare para cualquier persona que viniera, sea profesor o quien sea, nadie podía ver aquel objeto que llevaba. Nadie.
Entonces cuando estaba preparado para atacar a quien se asomara, pude notar que era May. Deje salir una bocanada de aire por mi nariz y sonreí aliviado, bajando la varita y dejándola en mi puño tranquilo. Entonces escuche lo que dijo, y sonreí con suavidad, viendo que se sentaba a mi lado… Asique deje caer mi cabeza sobre su hombro. De verdad necesitaba a mis amigos en estos días, antes de que todo pase aquella noche. Donde no quería ni verlos. Pues, no reconocía a nadie en las lunas llenas… Y aunque fueran mis mejores amigos de toda la vida, podrían ser mis victimas… Y si les hacia algo, no me lo perdonaría nunca en la vida. -¿Crees que me podría broncear? Me pongo rojo.- Dije de broma y luego me reí bajo.
Volví mi cabeza a una posición recta. Solo para poder verla bien, estaba con el pijama, pero… ¿Qué hacia aquí? Sé que era vidente, pero… Yo no lo era, así que no podía adivinar a que venía… Tal vez traía malas noticias. -¿Qué haces despierta tan tarde, May? No son horas para una mucha de 6to… Te tendré que bajar puntos- Dije y luego me reí bajo. De broma, claro, nunca podría bajarle los puntos o mandarla a la sala de castigos… A menos que sea muy extremo y que no se pueda pasar por alto con nada… Y menos siendo que yo también estaba afuera a estas horas, era Prefecto, pero seguía siendo alumno.
Mordí mi labio con suavidad al sentir un movimiento raro en el huevo. Me reí bajo y lo descubrí un poco, viendo como aquello que llevaba dentro se movía. ¿Sabrá que hay alguien más? Tal vez reconocía la presencia, el calor y la voz de May. –Parece que alguien aquí no se olvido de ti- Dije mientras lo destapaba un poco así May lo veía. –¿Lo cargas un momento? Me duelen un poco las piernas- Use una escusa para que sostuviera aquel huevo, pues sabía que le daría calor. Estaba muy desabrigada para mi gusto, y con el frio que hacia… Además, el huevo venia con sabanas incluidas.
Volví a sonreírle y extendí aquel objeto, para que lo tome y se lo acomode, le daría calor.
Drew Halliwell- Alumn@ Slytherin
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Fecha de inscripción : 10/07/2011
Re: Noche con sueño inquieto [Libre]
Observé a Drew, de reojo, ladeando mi cabeza, para apoyarla ligeramente sobre la suya. Se veía ciertamente solitario, como siempre, aunque algo triste, sus ojos lo expresaban, un dejo de cansancio consecutivo a sus movimientos. Llevaba algo sobre su vientre, cubierto, podía, con tranquilidad, adivinar de qué se trataba, más no dije nada. Esperé, hasta que él al fin habló, volviendo a una posición normal. Un ligero halo de luz, allá, detrás de la torre denotó la bella tormenta que se acercaba. Eléctrica, al parecer. Froté un poco mis manos, de forma inconsciente, mientras una ligera sonrisa se extendía en mis labios que se habían vuelto algo más rosados por el frío.—No lo sé, aunque te haría un poco de falta, estás demasiado pálido. Casi te asemejas a uno de los fantasmas que habitan aquí—Bromeé, volviendo a una posición serena. Incliné mi cabeza, colocándola contra la fría roca que soportaba nuestras espaldas.
Tenía muchos recuerdos entre aquellas paredes, pero sin duda jamás olvidaría el día que Drew y yo nos volvimos amigos. Segundo año, la navidad había pasado, y yo, aún solitaria, cumplía un castigo por iniciar una guerra de comida en medio de la cena. El director se había enfadado bastante, y allá dónde iba, me señalaban como la rara, incluso, me habían apodado como la pequeña rara, o Impostora Tre, un juego de palabras que tenía su lugar en los libros que hablaban sobre el Colegio, recónditamente, y explícitamente sobre una profesora de Adivinación que educó hace muchos años atrás, incluso, llegó a tener en su clase al famoso Niño que Vivió, el tal Harry Potter.Objetivamente, la mujer, decía ser una vidente, y el Director Dumbledore, la cabeza de la escuela en esos años, le había dado el puesto como Profesora de Adivinaciones por sus antecedentes familiares. Al principio, ella no fue más que una farsa, pero pocos sabían que la profecía que los había salvado había sido fruto de la loca profesora Trelawney.
Lo cierto era que me encargaba de mis bromas únicamente, porque no tenía amigos con quien pasar el tiempo, escapando diariamente de aquellas burlas, fue que me encontré por los jardines con aquel Slytherin, tenía una mirada que nunca le había visto por los años contiguos, de mucha tristeza. Allí, luego de una muy tonta discusión, acabamos por darnos cuenta que éramos más parecidos de lo que creíamos. Drew, diferente por su condición de hombre lobo, y yo…bueno por aquel don. Lo demás fue historia pasada y pisada.
Mantuve mi mirada sobre aquel huevo, aún, con la sonrisa en mis labios. Era cálido, pero no tan pesado como él decía, probablemente tenía que ver con alguna muestra de protección, de aquellas a las que estaba tan acostumbrada. Me rasqué la nariz.—¿Le has puesto nombre? No me digas que será sólo ‘Huevo’—Solté frunciendo el ceño de forma divertida mientras ahora, era yo la que apoyaba mi cabeza sobre su hombro.—Le enseñaré a destruir cuando salga—Comenté en un susurro, dejando volar mi imaginación. Ni siquiera sabía de qué criatura se trataba, dudaba que Drew lo supiera, pero fuera lo que fuera, no permitiría que se lo llevaran de aquí, era su lugar, y por como mi amigo se había encariñado, deberíamos buscar la forma de mantenerlo oculto. El bosque probablemente fuera el mejor lugar, y podríamos visitarlo diariamente…—¿Tienes alguna idea de qué es? Podríamos hablar con el profesor de Criaturas…
May Van Hart- Alumn@ Gryffindor
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Fecha de inscripción : 11/07/2011
Re: Noche con sueño inquieto [Libre]
Vi que May tenía frio, movía sus manos como queriendo calentarlas, frotándolas una con la otra, sus labios estaban claros, rosados, y definitivamente su piel estaba fría. Sonreí y con las pocas ganas que tenia de levantar mi varita, use una accio y con rapidez llego mi chaqueta de mi habitación. Reí bajo, ya que no era común en mí usar magia para cosas que no fueran necesarias… Pero bueno, mi mejor amiga tenía frio y era necesario que no tuviera. Reí por lo que dijo y tome la chaqueta, poniéndosela en su espalda, mientras respondía. – No me podría poner morenito, me pondría rojo. ¿Quieres un amigo rojo? No lo creo… - Dije de broma, nuevamente y reí. Era raro en mí andar así, bromeando o haciendo comentarios así… O riéndome. Pero con ella y con mis otros amigos, me soltaba mas, sabía que no me dirían nada me sentía libre para ser como quisiera ser.
Me gire para mirar a May. Hacia tanto la conocía, hacia tanto que confiaba en ella… Sabía todos mis secretos, todas las cosas que me disgustaban… Era de verdad una buena amiga. Y ahora sé que había venido porque había visto que estaba solo… Sonreí al pensar eso y me acerque para darle un beso en la mejilla. Un beso para demostrarle que estaba agradecido, a veces me costaba decir esa palabra, tal vez con un acto se podía expresar mejor para mí.
Sonreí y me volví a apoyar sobre la fría pared, mirando al cielo. Al parecer la luna no estaría ahí por mucho tiempo… O al menos no se vería por mucho tiempo, una tormenta se venía hacia aquí… Y por cómo estaba el viento, no tardaría mucho. Sonreí por eso, la lluvia me gustaba, los truenos, se podría decir que me relajaba.
Sonreí al sentir que May se apoyaba sobre mi hombro dejando caer mi cabeza sobre la de ella, apoyándola con suavidad, viendo hacia aquel huevo que ahora sostenía ella. Me reí por lo que dijo, negando un poco con la cabeza. – Es un huevo y le diré huevo toda la vida. – Bromee también, y luego de terminar una risa aclare. – No, es broma. No sé cómo le pondré, soy malo para los nombres. Me podrías ayudar con eso. – Termine. Llevando mi mano hacia donde estaba el huevo, estaba cálido y al parecer se sentía cómodo en los brazos de May. Lo que dijo me dio gracia, no dejaría que destruyera nada… Bueno, tal vez algunas cosas. – Vera, señorita destruye todo, él caballero que está dentro de ese huevo, se va a comportar. – Dije en broma, dejaría que le enseñe lo que quiera, después de todo no me molestaría a mí. Mientras no le enseñe a comer niños de primero… Eso me toca a mí.
Su siguiente pregunta me dejo reflexivo un momento. De verdad no sabía que era, no sabía que era y ya me estaba encariñando con eso como si fuera la criatura más bella del mundo. Bueno, salga lo que salga… Sería la criatura más bella del mundo para mí, y para eso no faltaba mucho. – ¿Al profesor? Quisiera evitar mostrárselo a otras personas… No quiero arriesgarme a que me lo quiten. – Comente, mordiendo mi labio. De verdad tenía miedo de que algún profesor se entere y que el ministerio o alguna autoridad venga y me lo quite. Tal vez tenía un huevo de Basilisco ahí y yo no estaba enterado. Sea lo que sea, yo le enseñaría lo que no debe hacer y lo que si… Pero ellos no entienden, no entienden que hasta la bestia más salvaje se puede domar o tranquilizar. Bueno, el profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas… Tal vez, después de todo, me entere de que él tenía un Dragón de mascota. Bueno, que tenía una gran cantidad de criaturas de mascota. – No…. No quisiera arriesgarme… - Agregue luego de aquel silencio reflexivo. Con la mirada aun en el huevo, un tanto perdida, aun estando cerca de May, cómodo a su lado… Seguro, después de todo era mi mejor amiga y unas de las pocas personas en las que podía confiar en todo Hogwarts.
Me gire para mirar a May. Hacia tanto la conocía, hacia tanto que confiaba en ella… Sabía todos mis secretos, todas las cosas que me disgustaban… Era de verdad una buena amiga. Y ahora sé que había venido porque había visto que estaba solo… Sonreí al pensar eso y me acerque para darle un beso en la mejilla. Un beso para demostrarle que estaba agradecido, a veces me costaba decir esa palabra, tal vez con un acto se podía expresar mejor para mí.
Sonreí y me volví a apoyar sobre la fría pared, mirando al cielo. Al parecer la luna no estaría ahí por mucho tiempo… O al menos no se vería por mucho tiempo, una tormenta se venía hacia aquí… Y por cómo estaba el viento, no tardaría mucho. Sonreí por eso, la lluvia me gustaba, los truenos, se podría decir que me relajaba.
Sonreí al sentir que May se apoyaba sobre mi hombro dejando caer mi cabeza sobre la de ella, apoyándola con suavidad, viendo hacia aquel huevo que ahora sostenía ella. Me reí por lo que dijo, negando un poco con la cabeza. – Es un huevo y le diré huevo toda la vida. – Bromee también, y luego de terminar una risa aclare. – No, es broma. No sé cómo le pondré, soy malo para los nombres. Me podrías ayudar con eso. – Termine. Llevando mi mano hacia donde estaba el huevo, estaba cálido y al parecer se sentía cómodo en los brazos de May. Lo que dijo me dio gracia, no dejaría que destruyera nada… Bueno, tal vez algunas cosas. – Vera, señorita destruye todo, él caballero que está dentro de ese huevo, se va a comportar. – Dije en broma, dejaría que le enseñe lo que quiera, después de todo no me molestaría a mí. Mientras no le enseñe a comer niños de primero… Eso me toca a mí.
Su siguiente pregunta me dejo reflexivo un momento. De verdad no sabía que era, no sabía que era y ya me estaba encariñando con eso como si fuera la criatura más bella del mundo. Bueno, salga lo que salga… Sería la criatura más bella del mundo para mí, y para eso no faltaba mucho. – ¿Al profesor? Quisiera evitar mostrárselo a otras personas… No quiero arriesgarme a que me lo quiten. – Comente, mordiendo mi labio. De verdad tenía miedo de que algún profesor se entere y que el ministerio o alguna autoridad venga y me lo quite. Tal vez tenía un huevo de Basilisco ahí y yo no estaba enterado. Sea lo que sea, yo le enseñaría lo que no debe hacer y lo que si… Pero ellos no entienden, no entienden que hasta la bestia más salvaje se puede domar o tranquilizar. Bueno, el profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas… Tal vez, después de todo, me entere de que él tenía un Dragón de mascota. Bueno, que tenía una gran cantidad de criaturas de mascota. – No…. No quisiera arriesgarme… - Agregue luego de aquel silencio reflexivo. Con la mirada aun en el huevo, un tanto perdida, aun estando cerca de May, cómodo a su lado… Seguro, después de todo era mi mejor amiga y unas de las pocas personas en las que podía confiar en todo Hogwarts.
Drew Halliwell- Alumn@ Slytherin
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